Ángela Sayago Martínez

"Podremos crecer y morirnos de gusto

o seguir sufriendo gastando saliva."

Oficio de escritora

Ángela Sayago Martínez nació en Zafra (Badajoz) en 1981. Ha colaborado en antologías: Amanecer solitario (2010), Palabras entre el Centeno (2012) del Centro de Estudios Poéticos (Madrid); Los mejores poemas de amor (2013) y Amores Infieles (2014), con el Grupo Editorial Sial Pigmalión coordinadas por Antonino Nieto, Piedra de toque. 15 poetas emergentes en Extremadura, editadas por la Editora Regional de Extremadura (2017) y Letras para los ODS. Extremadura escribe (2021). 


Finalista en varias convocatorias literarias: Certamen de poesía Artgerust Homenaje a Miguel Hernández (2010), Certamen de microrrelatos de terror Artgerust (2011), I Concurso de microrrelatos de terror “Microterrores” de Diversidad Literaria (2014), Concurso de Aforismos de Ediciones de Letras (2015), IV Concurso Cuentos por Leer y Concurso de Poesía Ellas (2016) entre otros. Ha publicado sus poemas en revistas literarias: La Casa de los Poetas, Generación Espontánea, Literatura del mañana, Soy Poeta, Poética digital, Pongamos que hablo de Madrid, El Espejo, Sherezade, entre otras. Escribió artículos en la web Suite 101 (2011) y ha colaborado en una ocasión con Ápeiron Ediciones, especializada en Filosofía (2015).  Ha escrito Amorfosis o Las pequeñas cosas hermosas y rotas, su primera obra poética impresa (2016); AstroLabios su segundo poemario, con prólogo de Joseph Macgregor (2019). Ha traducido del francés Une peur (Un miedo), un raro relato de Hector Malot. Capricho Fluido consta de 13 poemas eróticos junto a dos relatos de la misma índole y Cabeza de Chicharra. Memoria de la senda negra es su último poemario.


Actualmente es profesora de francés en Badajoz y participa esporádicamente en eventos culturales: Recital de poesía musicada de José Manuel Díez, junto a Pablo Rubio y Manuel Nuño, Alberto Barrero y Gabino Sánchez Llamazares (2017). Edita Nómada (2018 y 2019), gestionado por María Karmo (Cáceres); Todos los 8 son 8 de marzo (2019) en Psicopompo (Cáceres), además de convocar recitales poéticos multitudinarios: Archipiélagos interiores junto a Fran Amador Luna y Pablo Rubio, crear el taller literario “Cadáver exquisito” en las VIII Jornadas de Literatura Infantil y Juvenil de Miajadas, 2019 o participar de manera virtual en “Poesía en cuarentena…” organizado por la librería La Industrial, marzo 2020.


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— ¿LA POESÍA ES HIJA DE LA INSPIRACIÓN O DEL TRABAJO?

 En mí, la poesía nace de la inspiración, generada por la necesidad de expresarme de alguna otra forma que no consigo en el día a día, pero madura con el trabajo y con el tiempo.


¿PUEDE EXPLICARNOS EL TÍTULO DE SU ÚLTIMO POEMARIO «CABEZA DE CHICHARRA»?

 Cabeza de Chicharra alude al sonido del insecto, tan común en los veranos de Extremadura. Ese sonar constante, a modo de alegoría y haciendo un pequeño guiño al poemario Amorfosis (2016) lo identifico con emociones y pensamientos negativos que resonaban en mi cabeza y forman parte de la Senda negra, un ciclo de cuatro partes: Temporal, Los Charcos, Naturaleza Muerta y Luz en la Niebla. El poemario contiene una nota a modo de pórtico donde explico con más detalle de dónde viene todo el conjunto. El prólogo se lo quiero agradecer a José Joaquín Del Pozo Baselga.


— ¿QUÉ CONCEPCIÓN TIENE DE LA POESÍA?

 La poesía es una fuente; de ella manan las emociones transformadas en imágenes nuevas, cercanas a la realidad o a ricos mundos interiores que no conocen otra vía para expresarse. La poesía es creación, el velo casi transparente que separa lo tangible, del pensamiento (igual que esa coma después de la palabra tangible). La poesía es una coma. La poesía es una ínfima parte del universo que se desborda en esta realidad.


— ¿CÓMO DEFINIRÍA A SU POESÍA?

 En general, la poesía que escribo suele desprender tintes de oscuridad, de ritual mágico ―me dijo una vez un conocido―. Uso muchas imágenes, porque cuando escribo poesía la estoy viendo al mismo tiempo, es como contar un sueño que experimento en tiempo presente. Creo que voy evolucionando y esto supone ciertos cambios. En esta ocasión he querido explorar un poco la forma y la estructura de los poemas dentro de la página, cada uno tiene su lugar y su forma en relación con lo que expresa. Poesía en constante evolución, podría decir como definición.


— ¿CÓMO SIENTE QUE UN POEMA ESTÁ TERMINADO Y CÓMO LO CORRIGE?

 El poema acabado es el que me deja tranquila, el que no me somete a ninguna inquietud cuando lo leo y lo releo después de un tiempo de reposo. Lo corrijo pensando en aquello que quiero decir, le cambio palabras, mido algunos versos, cuento sílabas, lo dejo un tiempo y lo vuelvo a leer… Aunque he de decir que hay algunos que no toco mucho y que los dejo fluir por sí mismos, ya que no me generan zozobra.


— ¿QUÉ PARTE OCUPA, PARA UNA POETA COMO USTED, LEER SUS POEMAS EN VIVO?

 No es primordial, pero es algo que me encanta hacer, sobre todo si es en un evento compartido y/o multidisciplinar, lo que vengo llamando “faranduleo literario”. Me gustan las lecturas de poemas multitudinarias, ser escuchada, pero escuchar también a los demás, porque si no, la poesía se queda estática y no fluye.


— ¿QUÉ OPINA DE LAS NUEVAS FORMAS DE DIFUSIÓN DE LA PALABRA, YA SEA EN PÁGINAS DE INTERNET, FOROS LITERARIOS, CIBERNÉTICOS, REVISTAS VIRTUALES, BLOGS, ETC.?

 Me parece bien, la actualidad está en las redes, aunque yo no hago mucho uso de ellas. El único punto flaco que le veo a este tipo de difusión es que, al final, el ego de muchas personas supera a su palabra escrita y prolifera una imagen de una portada, un verso… que, ¿realmente se ha leído o escrito, o, simplemente, es “el postureo de siempre”? En todo caso siempre va a existir un grupo que se interesa realmente por la palabra y si no tiene la posibilidad de acudir a un recital o comprar un libro, tiene la opción de las lecturas en el universo de internet. Es un tema que da para un debate extenso.


— ¿ESCRIBES A DIARIO? ¿SIGUES ALGÚN RITUAL ESPECÍFICO DE TRABAJO?

 No escribo a diario. Hay temporadas en las que no sale una sola palabra y aparece esa especie de “horror vacui” que produce el folio en blanco. A veces escribo poemas en el móvil, en una servilleta, en un trozo de papel y los voy guardando en carpetillas de cartulina. Cuando me empiezan a molestar encima de la mesa, los traslado al PC, incluidos los del móvil, y es ahí cuando empiezo a trabajarlos y a configurar esquemas mentales de posibles poemarios.


— CUANDO ESCRIBES, ¿INTENTAS SER MÁS RACIONAL QUE EMOCIONAL O AL CONTRARIO?

 Siempre domina la emoción, incluso en los poemas cuya temática se acerca más al descontento social que me producen ciertos hechos que veo en el mundo de hoy.


— ¿QUÉ POETAS SON SUS REFERENTES Y AUTORES DE CABECERA?

 Tengo gran variedad de referentes, de distintas épocas y movimientos a los que se asocian, la gran mayoría son hombres, ya que siempre se ha dado prioridad a la literatura escrita por hombres; la mujer también escribía, pero no publicaba (no la dejaban) o lo hacía bajo pseudónimo. Menos mal, que un día en la biblioteca de Zafra encontré, cuando todavía estudiaba la carrera, un pequeño librillo de poesía femenina del siglo XVII (creo) y nunca se me olvidará el nombre de Inarda de Arteaga; ese librillo me animó a seguir escribiendo poesía. Por poner varios ejemplos de esos referentes: Baudelaire, Rimbaud, Verlaine y el resto de malditos. El inicio del modernismo francés y europeo. El simbolismo francés y español: Juan Eduardo Cirlot (adoración absoluta por su poesía). Una referente que también adoro es Hélène Dorion, escritora canadiense que ha obtenido una multitud de premios y continúa su carrera en la actualidad. La poesía escrita por Patty Smith en Babel o por Jim Morrison en Desierto. La literatura en general que hizo Marosa Di Giorgio, la poesía de Alejandra Pizarnik y Silvia Plath. El libro Era otro hoy de José Luis Zúñiga. La poesía de Ángel González, José Luis Panero… y la poesía de poetas actuales que sería imposible de enumerar aquí. No solo leo poesía, también me gusta la novela y el ensayo.


— ¿PODRÍA RECOMENDARNOS UN POEMA DE OTRO AUTOR QUE LE HAYA GUSTADO MUCHO?

Por supuesto, cualquiera de Hélène Dorion, la poesía de María Castrejón en su libro La inutilidad de los miércoles, Gineceo libro de Chus García, Yo no estoy perdida, libro de María Carvajal, Piedras de Andrés Izu… entre otros. Comparto el Desde esta orilla, poema de Alejandra Pizarnik. Lleva la siguiente cita de W. Blake:

“Soy pura

porque la noche que me encerraba

en su negror mortal

ha huido.”

 

 

Aun cuando el amado

brille en mi sangre

como una estrella colérica,

me levanto de mi cadáver

y cuidando de no hollar mi sonrisa muerta

voy al encuentro del sol.

 

Desde esta orilla de nostalgia

todo es ángel.

La música es amiga del viento

amigo de las flores

amigas de la lluvia

amiga de la muerte.

 

— ¿QUÉ CONSEJO DARÍA A LOS JÓVENES POETAS QUE ESTÁN EMPEZANDO?

 Que lean mucho. Es imprescindible leer a los demás, antiguos y actuales. La lectura forma mentalidades críticas y aplaca un poco los egos.

  


navegando en letras


Es inútil esconderse de la sombra

lentamente se aproxima obscurecida

resbalando su perfil vetusto

sobre el suelo donde los pies descansan.

 

La he perfilado solamente, se aboca

otra muerte de profeta bajo el manto

crepuscular donde se tejen los sueños

vitales o moribundos, como besos

aún por regalarse.



me vas a matar.

 

Mi aire, este cielo que no existe,

las voces que no importan

se acallarán.

 

acabarás con este vacío

que ya fue silencio.

 

Y vencerás,

 

vencerás.



He vuelto a caer

en la facilidad del filo

cuando abre la carne

y despega gotas corales

que resbalan brillando

desconsuelo escarlata

añoranza insana por algo perdido,

esa parte de vísceras filmadas

que fuiste tú, la piel,

 

el día que se levanta.



Si no hubiera en mi corazón

semejante verdad clavada,

como esta piel a mi cuerpo,

hubiese sucumbido a la ira

que desprende el resentimiento.

 

Sin embargo, esta herida mía

que sangra iluminada como un cristo,

olvidado mito, incomprendida

melancolía del vinagre,

llena de prohibidos los pulmones.

 

Si no hubiera en mi corazón

esta verdad infinita y sagrada,

vencería al dolor con la huida

y ardería solamente la nostalgia

de un amor idealizado.

 

Sin embargo, se aferra marfil,

como un león a su presa,

este sentimiento de vigilia,

de anochecer ceniza sin ti.



Todavía

Las fantasías se quedaron en el bote

vacío de las conservas.

Registro mi voz de otro tiempo en las uñas pintadas

y en los colores que quisiera

retener en mis pestañas de barro,

aunque no sea esa la materia de la cual estoy hecha.

Se agrieta mi frecuencia, se altera,

se congestiona en un acto de estrés

y se vuelve vacío momentáneo, que late

como laten los sentimientos no correspondidos

o aquellos que persisten en una duda constante

donde el amor desaparece

―si alguna vez hubo chispa―

y solo permanece la palabra, el hecho, la visión…

y se vuelve esquirla semi enterrada

entre infinitas partículas

que se humedecen con el color de la salitre.

Son como bofetadas de agua

zarandeando el coral

o los trozos que quedan de algo que fue

y de algo que no empieza…

todavía…

 



Querrás entonces

Cuando abrace la libertad,

reconciliándome evidente

con el instinto absoluto

de la naturaleza arrancada,

y sea por fin soberana,

sin sufrir un ápice por ti

ni sentirme sola como hoy...

 

Cuando abrace la libertad,

y mi cuerpo solo sea mío

y lo empape completamente

la cerrazón del cielo bruno,

mis pretensiones satisfechas

en otras miradas indiscretas

de otras carnes forasteras…

 

Cuando abrace la libertad

y permanezca en tus brazos,

como en los brazos de cualquiera

–aunque seas mío y especial–

querrás entonces mi existencia,

que me encierre de nuevo en mi cuerpo…

Y yo te diré que no.




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